Cómo prepararnos a la Sagrada Comunión (XVIII)

Posted by: Nycticorax

Santísimo Sacramento 01 (04)

Tercero: Devoción actual (Continuación)
Acercarse: c) Con hambre y encendido deseo: (Continuación)
Y puesto caso que este sacramento sea de tanta dignidad, no por eso debe el hombre apartarse de él, considerando su indignidad y pobreza. Porque, como arriba dijimos, para pobres se proveyó este tesoro, y para enfermos se ordenó esta medicina, y para necesitados se dio este socorro, y para hambrientos se aderezó este manjar.
Verdad es que él es pan de ángeles, mas también es pan de penitentes. Verdad es que es manjar de sanos, mas también es medicina de enfermos. Verdad es que es convite de reyes, mas también es pan de trabajadores. Verdad es que es manjar de robustos, mas también es leche de niños.

Así que para todos es todas las cosas, y ninguno, por imperfecto que sea, se debe abstener de esta medicina si de todo corazón desea sanar. No tienen los sanos necesidad de médico, sino los enfermos, y pues para éstos señaladamente vino Cristo al mundo, para éstos señaladamente viene ahora en este sacramento.
Pues ¿con qué hambre, con qué deseo, con qué alegría será razón que sea esperado y deseado el que te viene a hacer tales mercedes? Mira el deseo que tenían aquellos padres antiguos de la venida de este Señor cuando rompían el cielo con clamores pidiéndole que viniese, por la cual causa le llamaban el
deseado de las gentes.
Pues si este mismo Señor es el que ha de venir a tu alma a hacer en ella lo que hizo en el mundo, porque, como dice Santo Tomás, así como cuando vino al mundo dio al mundo vida de gracia, así cuando viene al alma le da la misma vida, ¿cómo no será esperado y deseado con el mismo deseo?

Mira también el deseo que los apóstoles tenían de la venida del Espíritu Santo y las oraciones y clamores con que pedían y suspiraban con ella, y por aquí verás cuánto debes tú desear esta venida, pues en ella esperas recibir el mismo Espíritu, aunque sea por otra diferente manera.
Mira además el deseo con que una mujer casada y cargada de hijos y necesidades desea la venida del marido, que está en las Indias, con la cual espera recibir todo consuelo, amparo, compañía, honra y remedio de sus males. Pues ¿cómo no desearás tú, con más ardientes deseos, la venida de aquel Esposo dulcísimo de las almas, que viene de las Indias celestiales, lleno de todos los bienes, para darte mucho más que todo el mundo te puede dar?

Fuente: Fray Luis de Granada O.P., Obra Selecta