Día del amigo católico

Posted by: Ioseph

San Basilio Magno y San Gregorio de Nacianzo 01 (01b)
San Basilio Magno y San Gregorio de Nacianzo

La Iglesia celebra en un mismo día, 2 de enero, la memoria de dos santos que murieron en fechas diferentes. El motivo de esto es la gran amistad que los unió durante su vida terrena. Ellos son san Basilio Magno y san Gregorio de Nacianzo.
Este hecho ha dado lugar a que muchos celebremos hoy el
Día del amigo católico.
En una admirable disertación, S. Gregorio cuenta de su amistad con Basilio. Acerca del motivo de dicha amistad dice:
“Admiraba yo a mi grande y querido Basilio, por la seriedad de sus costumbres y por la madurez y prudencia de sus palabras”. ¡Qué importante es, para perseverar en la virtud, elegir buenos amigos, aplicando criterios correctos para esta elección!

Dice Aristóteles que
“los amigos quieren y no quieren las mismas cosas”, y así leemos en el relato de S. Gregorio: “Por entonces se había acentuado nuestra mutua estimación, vivíamos juntos como camaradas, estábamos en todo de acuerdo, teníamos idénticas aspiraciones y nos comunicábamos cada día nuestra común afición por el estudio, con lo que ésta se hacía cada vez más ferviente y decidida”.
El egoísmo y la envidia, destructores de la amistad, no tienen cabida en la relación entre auténticos cristianos. Así vivían su amistad estos dos santos.
“Teníamos ambos una idéntica aspiración a la cultura, cosa que es la que más se presta a envidias; sin embargo, no existía entre nosotros tal envidia, aunque sí el incentivo de la emulación. Nuestra competición consistía no en obtener cada uno para sí el primer puesto, sino en obtenerlo para el otro, pues cada uno consideraba la gloria de éste como propia”.

Era como si los dos cuerpos tuvieran un alma en común... podía afirmarse que estábamos el uno en el otro”. En este sentido, escribe San Agustín: “Bien dijo de su amigo el que le llamó la mitad de su alma”. Y Aristóteles: “La amistad se da entre semejantes, o asemeja”. De allí la influencia enorme que ejerce la amistad, para bien o para mal, según la calidad de los amigos; y la elevación del alma por la amistad con Dios.
Dice Santo Tomás que, de los medios naturales para adquirir la virtud, el primero es la amistad. Así la entendieron estos santos amigos:
“Idéntica era nuestra actividad y nuestra afición: aspirar a la virtud, vivir con la esperanza de las cosas futuras y tratar de comportarnos de tal manera que, aun antes de que llegase el momento de salir de esta vida, pudiese decirse que ya habíamos salido de ella”.
“Con estos pensamientos dirigíamos nuestra vida y todas nuestras acciones, esforzándonos en seguir el camino de los mandamientos divinos y estimulándonos el uno al otro a la práctica de la virtud. Para nosotros el mayor título de gloria era el ser cristianos y ser con tal nombre reconocidos”.

¡Feliz día del amigo católico!

Fuente: Liturgia de las Horas