Dignidad de la persona humana

Posted by: Nycticorax

Creación de Adán 01 (01)

Debido a la nueva publicación de los mini-blogs con motivo y adhesión al Año de la Fe convocado por Su Santidad Benedicto XVI hemos tenido que abandonar la temática que veníamos tratando, acerca del Credo, por la igualdad en los temas desarrollados en el Blog Arcadei y en los Mini-blogs. Invitamos a quienes quieran ahondar sobre los artículos de la fe católica, visitar el mini-blog “Docete omnes gentes”. Gracias.

DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
Desde un punto de vista acorde con el orden de la naturaleza, la vida humana tiene su específica identidad: el hombre es un ser materio-espiritual. En el curso de su vida se manifiestan en el hombre su racionalidad y libertad de distintas formas, lo cual implica niveles y maneras de responsabilidad.

“…la Revelación nos enseña que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios… el hombre es la única criatura de la tierra a la que Dios ha amado por sí misma.(…) en otras palabras, el hombre no debería subordinarse, como simple medio o mero instrumento, ni a la especie ni a la sociedad; tiene valor por sí mismo. Es una persona. Por su inteligencia y su voluntad, es capaz de entrar en relación de comunión, de solidaridad y de entrega de sí con sus semejantes.(…) la semejanza del hombre con Dios reside especialmente en su inteligencia especulativa, porque su relación con el objeto de su conocimiento se asemeja a la relación que Dios tiene con su obra.(…) pero, más aun, el hombre está llamado a entrar en una relación de conocimiento y de amor con Dios mismo, relación que encontrara su plena realización mas allá del tiempo, en el eternidad.(…) en virtud de su alma espiritual, toda la persona, incluyendo su cuerpo, posee esa dignidad”. (Beato Papa Juan Pablo II, Mensaje a la Academia Pontificia de las Ciencias, 22-10-1996)

Por otra parte, la persona posee desde la fecundación una naturaleza específica, que la distingue de toda otra naturaleza.

“En un pasado las características visibles que permitían distinguir un ser humano de seres no humanos eran de carácter morfo-funcional (y por lo tanto no manifiestos desde el inicio del desarrollo embrional), hoy la genética permite asumir el AD (Ácido desoxirribonucleico: molécula portadora de la información genética, descubierta por los biólogos James Watson y Francas Cric) como depósito de aquellas características que acompañan al viviente desde el primero al último instante de su historia. Por cuanto nos interesa, cada embrión derivado de la fusión de los gametos humanos posee desde la primera fase de su constitución cigótica un AD que contiene secuencias-el número de los pares de cromosomas-específicamente humanas. Estos son datos biológicos no controvertidos que permiten atribuir al embrión una naturaleza humana desde la fecundación, porque el AD es portador de un programa de desarrollo que (si el embrión se implanta regularmente en el útero materno) conducirá a la formación de un individuo humano completo, o excepcionalmente de mas individuos humanos (en otros términos, el desarrollo es endógeno y no podría conducir a conclusiones distintas)” (Comitato Nazionale per la Bioetica, Roma, Italia, Identità e statuto dell ´embrione umano, 1996).

De lo cual se sigue toda manipulación del embrión humano desde su concepción, y en cualquier estadio de su desarrollo, es moralmente ilícito por tratarse ya de una vida humana.

Fuente: Comisión Arquidiocesana de la Mujer, Buenos Aires, 1997