El Santo Rosario; llave para entrar en el Corazón Inmaculado de María. (II)

Posted by: Corim

Virgen del Rosario-Caravaggio

Hace ya algún tiempo, y coincidiendo con el mes del Rosario, hemos comenzado a meditar sobre algunos aspectos importantes de esta devoción. Hoy concluiremos estas meditaciones citando a Sor Lucia, quien fue uno de los tres pastorcitos de Fátima, a quienes la Santísima Virgen se les apareció 6 meses seguidos pidiendo en todas las apariciones que se rezara el Rosario. Consideremos que la Virgen nos habla a cada uno de nosotros en particular, Ella nos dice: REZAD EL SANTO ROSARIO.

Dice sor Lucia:
“...La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María...”
“... Mire, padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por difícil que sea: sea temporal, y sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario.”
“...con el santo rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario”.
“El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los últimos tiempos”.

Considerando todo esto, no podemos poner excusas para no rezar el Rosario, pues, de no rezarlo diariamente redundaría en perjuicio nuestro y de muchas almas, al no utilizar un medio tan óptimo para alcanzar del Cielo una lluvia de Gracias y Bendiciones Divinas. Es, además, una senda segura para crecer en la contemplación de los misterios de la vida de Jesús y de María. Al desgranar las cuentas del rosario podemos comparar nuestra propia vida con el misterio que contemplamos, para sacar frutos de perfección, pues para esto también nos estimula La Virgen a que el rosario sea escuela de oración, de obediencia a Dios, de amor y aceptación del sufrimiento, de abandono a la Voluntad Santísima de Dios.

Para concluir, transcribimos una oración a San José que está recomendada rezar luego del Santo Rosario, principalmente durante el mes de Octubre, pero sería muy provechoso que se rezara a diario durante todo el año:

“A ti recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado José, y después de haber implorado el auxilio de tu Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente tu patrocinio. Por el afecto que te unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios, y por el amor paternal que profesaste al Niño Jesús, te suplicamos que vuelvas benigno los ojos a la Herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y nos socorras con tu poder en nuestras necesidades.
Protege, prudentísimo Custodio de la divina Familia, el linaje escogido de Jesucristo; presérvanos, Padre amorosísimo, de todo contagio de error y corrupción; sénos propicio y asístenos desde el Cielo, oh poderosísimo Protector nuestro, en el combate que al presente libramos contra el poder de las tinieblas; y del mismo modo que en otra ocasión libraste del peligro de la muerte al Niño Jesús, defiende a la Santa Iglesia de Dios contra toda adversidad.
Ampara a cada uno de nosotros con tu perpetuo Patrocinio, a fin de que siguiendo tus ejemplos y sostenidos con tus piadosos auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente y obtener la felicidad eterna en el cielo. Amén”.