El matrimonio cristiano (I)

Posted by: Ioseph

Desposorios de la Virgen 02 (03)

La familia debe ser siempre el ámbito donde la humanidad se rejuvenece constantemente. La familia ha de ser siempre la puerta por la cual entra en la vida la nueva generación humana, que ocupa el puesto que deja vacío la generación que traspasa la muerte hacia la vida eterna. La familia debe ser el santuario en que florezcan las virtudes más hermosas: el amor, el espíritu de sacrificio, el trabajo bien hecho... etc. La familia es la célula de la que está formada la sociedad, y el fundamento sobre el cual se levanta el edificio de la cultura.
Por tanto, lo que se necesita no es «reformar» el matrimonio, tal como propalan los partidarios del «matrimonio de hecho», del «matrimonio de prueba», y de otras mil sandeces... ¡No!, no es esto lo que nosotros necesitamos. Lo que necesitamos es salvar y robustecer el matrimonio de siempre, que la Iglesia de Cristo no cesa de defender.

«Pero vamos a ver -me objetan algunos-. ¿No es un desatino que siga proponiendo hoy la Iglesia un ideal tan alto sobre el matrimonio, cuando han cambiado radicalmente las circunstancias, cuando está comprobado que
la realidad se queda muy atrás del ideal propuesto
Ciertamente, a nadie le duele más que a la Iglesia el gran abismo que se ha abierto en el ámbito del matrimonio entre el ideal cristiano y la triste realidad. Y, a pesar de todo, nos prohíbe ceder un ápice del ideal. Porque hay valores absolutos, hay exigencias que no pueden cambiarse ni deformarse, aun cuando los abandone el mundo entero.
Supongamos que por un motivo cualquiera todos los relojes del mundo señalasen erróneamente la hora. ¿Debería ajustarse el sol a los relojes? ¿No sería más lógico dar como buena la hora señalada por el sol, y así tener por lo menos un punto seguro para sincronizar los relojes?

Desde que nuestros primeros padres cometieron el primer pecado, nunca la realidad ha coincidido con el ideal; siempre ha habido una gran distancia entre la realidad y el ideal. Pero mientras brille alentadora sobre nosotros la imagen del ideal perfecto, la vida será soportable; mientras que si los ideales perecen, la vida se hace insoportable y se acaba autodestruyéndose.
Así se comprende que la Iglesia católica, aun hallándose sola,
siga sosteniendo una lucha sobrehumana por el ideal perfecto que propuso Cristo, es decir, por el matrimonio indisoluble. Así se comprende la gran estima que tiene por la pureza de la vida matrimonial, y cómo la cuida, defiende y robustece con solicitud sin igual.
Es a través de la familia como se renueva la humanidad, y vienen a la existencia nuevos miembros del Cuerpo místico de Jesucristo. ¡A qué extremo de degeneraciones se vería reducida la familia de no sostenerla la Iglesia de Cristo con su palabra orientadora, con su amor solícito!

Fuente: Mons. Tihamér Tóth, El matrimonio cristiano, Resumen adaptado por Alberto Zuñiga Croxato