Exhortación para la Santa Cuaresma (V)

Posted by: Juan Sobiesky

Cruz 02 (04)

Firmeza en la verdad
Si existe un tiempo en el cual debemos estar vigilantes de una forma especial es el de nuestros días, pues el mundo, con espíritu diabólico, favorece y ayuda a los perversos planes, sobre todo dirigidos contra la Iglesia, con el fin de provocar sentimientos antirreligiosos, y así disminuir el prestigio y la reputación respecto a los hombres que la gobiernan, haciendo resaltar todos los defectos, en todos los grados de la jerarquía, por lo cual concluimos con el Apóstol: resistid fuertes en la fe. Permaneced firmes en la verdad que se encuentra substancialmente en Jesucristo, a quien Dios Padre ha constituido piedra angular en la edificación de la nueva Jerusalén, la Iglesia Católica, y todo aquel que tenga en Él cimentada su Fe no será confundido. Fuente de gracia para los que son fieles, esta piedra misteriosa se convierte sin embargo en piedra de escándalo y de ruina para todos los que pretenden edificar sin ponerla como base en sus sistemas.

Estad alertas, queridísimos hijos, y mantened viva la Fe; guardaos de sus enemigos declarados, que han dejado arrinconado en el pasado el carácter secreto de sus conciliábulos, y ahora, con banderas desplegadas, se esfuerzan por arrebatar al pueblo su joya más valiosa: La Fe; y esto, con sutiles artimañas intentan socavar la autoridad de la Iglesia y de sus ministros denunciándolos como perturbadores, blanco de todas las sospechas y extremistas, hasta tal punto que no pocos católicos, ingenuos o hipócritas, acaban por admitir todas estas cosas, y se creen cuando les dicen que no se combate a la religión, sino que únicamente se quiere liberarla de los abusos que se han introducido, separar la Religión y la política; no se quiere perseguir a la Iglesia, pero hay que saber –dicen ellos- que no se puede actuar rectamente si se desconoce el espíritu de los tiempos. Deseamos el bien de los pueblos, afirman, para lo cual nos empeñamos en la paz de todas las naciones.

Resistid fuertes en la fe, decimos de aquellos cristianos que conociendo sólo superficialmente la ciencia de la Religión, y practicándola menos, pretenden erigirse en maestros de la Iglesia afirmando que debe adaptarse a las exigencias de los tiempos, sacrificando para ellos algún punto de la integridad de sus santas leyes; que (erróneamente afirman que) el derecho público de la cristiandad debe mostrarse sumiso entre los grandes Principios de la era moderna, y manifestar esta sumisión ante el nuevo vencedor, incluso la moral evangélica, demasiado severa, debe adaptarse a estas nuevas normas más complacientes y acomodaticias. Finalmente (también sostienen falsamente que) la disciplina eclesiástica debe prescindir de sus prescripciones que resultan molestas a la naturaleza humana, para abrir paso al progreso de la ley en la libertad y amor.

Fuente: Card. Giuseppe Sarto, Patriarca de Venecia (Luego Papa San Pío X), Carta para la Cuaresma de 1895