Algunos Símbolos de la Santísima Virgen María

Posted by: Lotario de Segni

Inmaculada 03

Abeja: la abeja es uno de los insectos que remolinean por los aires desde que el sol de la primavera envía sus primeros rayos. Es una de las más graciosas imágenes de María, ya que como Ella, nos invita al trabajo, a la prudencia y a la sumisión.

Cielo: el cielo es la morada especial de Dios: allí ha fijado su trono. "¡Oh Señor! si rompieras los cielos y descendieras" suspiraba Isaías en nombre del género humano. Pero, ¿qué palacio podía recibir al Hijo de Dios?, ¿qué trono podía ser digno del Rey de los Reyes? Sólo el seno de María merecía un honor semejante. "Os saludo, oh María, exclama San Juan Crisóstomo, vuestra maternidad divina ha hecho de Vos el cielo en la tierra".

Fuego: todos los siglos, todos los pueblos han considerado siempre el fuego como un elemento sagrado... Los paganos hicieron de él un dios... Bajo la Ley de Moisés debía arder en el altar... Entre los cristianos se bendice la vigilia de Pascua... Fuera del Sacratísimo Corazón de Jesús, en ninguna parte ha sido tan intenso el fuego del amor divino como en el alma de María. Al fuego nada resiste: nadie resiste al influjo de María. El fuego también produce la luz: no quedan en tinieblas los que han sido iluminados por María.

Jardín: "cuando creó Dios al hombre, lo colocó en un jardín de delicias"... Cuando quiso suscitar el nuevo Adán para reparar la falta del primero, lo colocó también en un jardín místico, donde con sin igual magnificencia se desplegaban todas las bellezas y riquezas de la naturaleza y de la gracia. Con razón la Iglesia aplica a María estas palabras del Cantar de los Cantares. "Hortus conclusus", es decir Jardín cerrado.

Oasis: el oasis es una isla de verdor en la aridez del desierto. ¿Y María no es un oasis místico en medio de este suelo árido y maldito? El pecado había convertido en un vasto desierto el mundo sobrenatural de las almas. El bien había huido... el mal había cubierto la tierra con un manto lúgubre. Solo María aparece en este inmenso desierto de desolación con toda la frescura sobrenatural de su alma inmaculada.

Paloma: entre las aves con que ha querido el Señor poblar los aires, parece que la mejor parte la hubiese recibido la paloma. Tan bondadosa y apacible como graciosa, parece hecha para ser mensajera entre el cielo y la tierra. María es la paloma que se ofrecía al Señor en el Templo, la que se posó sobre el arca de Noé, aquella que llama del Líbano para coronarla el celestial Esposo: "Veni, columba mea, veni de Líbano, veni, coronaberis", ven, paloma mía, ven del Líbano, y serás coronada.

Rosa: la rosa es la reina de las flores por su belleza, por la variedad de sus delicados matices y por la suavidad de sus perfumes. Cuando entramos en un jardín, la rosa es la primera que atrae nuestras miradas. Nos recuerda a María, Rosa Mystica, la rosa de Jericó tan renombrada por el esplendor de su belleza. María es la reina de los ángeles y de los santos, flores encantadoras de los cielos.

Violeta: la violeta es una flor encantadora, de perfume suave y delicado y sedoso tinte. Siempre ha sido considerada como símbolo de la humildad por su pequeñez y por ocultarse bajo las hojas. Es también la imagen de María, a quien Dios elevó a inauditos honores, pero ella no hizo otra cosa que abajarse más y más.

Fuente: cfr. Abate Planat, "Símbolos de María en la
naturaleza", vers. castellana de p. Fierro Gasca