María, medianera de las gracias

Posted by: Lotario de Segni

Virgen de las gracias

"Ante todo, queridos hijos e hijas, mirad a María "hermosa como la luna", pulchra ut luna. Es esta una manera de expresar su excelsa belleza. ¡Que bella debe ser la Virgen! ¡Cuantas veces nos ha impresionado la belleza de una cara angelical, el encanto de la sonrisa de un niño, la fascinación de una mirada pura! Ciertamente, en el rostro de su propia Madre, Dios ha recogido todos los esplendores de su arte divino.

Pero la Iglesia no compara a María tan solo a la luna; sirviéndose también de la Sagrada Escritura (Cant. 6, 10), pasa a una imagen más intensa y exclama: ¡Tu eres, oh María,
electa ut sol, elegida como el sol!
Tiene la luz del sol una gran diferencia con la de la luna: es luz que calienta y vivifica. Brilla la luna sobre los grandes glaciares del polo, pero el glaciar permanece compacto e infecundo, como permanecen las tinieblas y perdura el hielo en las noches lunares del invierno. La luz de la luna no tiene calor, no lleva la vida. Fuente de luz y de calor y de vida es el sol. Ahora bien, María, que tiene la belleza de la luna, brilla también como un sol e irradia un calor vivificante. Hablando de Ella, hablándole a Ella, no olvidemos que es verdadera Madre nuestra porque a través de Ella hemos recibido la vida divina. Ella nos dio a Jesús y con Jesús la fuente misma de la gracia. María es medianera y distribuidora de las gracias.

Electa ut sol. Bajo la luz y el calor del sol florecen sobre la tierra y dan fruto las plantas; bajo el influjo y la ayuda de este sol que es María, fructifican en las almas los buenos pensamientos. Quizá, ya en este momento, estáis inundados del encanto que mana de la Virgen Inmaculada, Madre de la Divina Gracia, medianera de las gracias, por ser Reina del Mundo. ¡Oh si pudiésemos tener la voz de San Bernardo, que no se cansaba de alabar, de cantar, de admirar y de saltar de gozo ante el trono de la Virgen! ¡Oh si pudiésemos tener la lengua de los ángeles para poder decir la belleza, la grandeza de su reino!
Volved a recorrer, queridos hijos e hijas, la historia de vuestra vida. ¿No veis un tejido de gracias de Dios? Entonces podéis pensar: en estas gracias ha entrado María. Las flores han despuntado y los frutos han madurado en mi vida gracias al calor de esta Señora, elegida como el sol.

¿Habéis rezado esta mañana? La gracia que os ha invitado a un acto de tan exquisita piedad ha sido quizá una gracia especial de María, ha venido a través de María.
Estáis ahora escuchándonos este mensaje en honor a la Virgen, ¿os calará quizá alguna de sus palabras más profundamente en el corazón suscitando buenos sentimientos y anhelos de fervor? Es una gracia que llega a vuestra alma a través de la intercesión de María, por la luz de aquel sol del cielo que es María.

¿Esperáis conseguir un día el paraíso mediante la gracia de la vida? ¿Tenéis confianza de  morir en gracia de Dios? También esta gracia vendrá a vosotros, devotos de María, a través de su sonrisa, como un rayo de aquel sol".

Fuente: S.S. Pío XII, Radiomensaje a la Acción Católica Italiana, 8 de Diciembre de 1953