Mártir de la Misa de Navidad
Posted by: Ioseph
Campo de Concentración ruso Gulag
Waldman, judío húngaro, relata su conversión en el campo de concentración nº 4528, en Siberia. Había caído en gracia a los comisarios y capataces ofreciéndose como voluntario para limpiar sus cuartos, y conseguía cosas que canjeaba a los prisioneros a diez veces su valor.
Leer más...La práctica de la humildad (XIII)
Posted by: Ioseph
San Alejo
Asimismo, acude a aquellos santos que más han destacado en esta virtud. A San Miguel, que fue el primer humilde, como Lucifer fue el primer soberbio; a San Juan Bautista, que, aunque llegó a tan alto grado de santidad, que le tomaron por el Mesías, tenía tan bajo concepto de sí mismo que se juzgaba indigno de desatar la correa de sus zapatos; a San Pablo, el Apóstol privilegiado, que fue arrebatado al tercer cielo, y que, después de haber escuchado los arcanos de la divinidad, se tenía por el último de los apóstoles, hasta el punto de no merecer ni siquiera ese nombre; a San Gregorio Papa, que, por escapar al Sumo Pontificado de la Iglesia, se esforzó más que los ambiciosos por conseguir los mayores honores; a San Agustín, que, en la cima de la gloria que recibía de todos como Santo Obispo y Doctor de la Iglesia católica, dejó en su libro admirable de las Confesiones y en el de las Retractaciones un monumento inmortal de su humildad; a San Alejo, que, en la casa paterna, prefirió los desprecios y los ultrajes de sus servidores a los honores y dignidades que fácilmente hubiera podido cosechar; a San Luis Gonzaga, que siendo señor de un rico marquesado renunció a él con alegría y cambió las grandezas del siglo por una vida humilde y mortificada; en fin, recurrirás a tantos y tantos santos que resplandecen con luz muy viva por su humildad en las festividades de la Iglesia. Todos estos humildes siervos de Dios intercederán en el cielo por ti, para que te cuentes en el número de los imitadores de su virtud.
Leer más...La práctica de la humildad (XI)
Posted by: Ioseph
San Francisco de Asís apedreado por niños
Para crecer más en esta virtud y para endulzar y familiarizarte con las humillaciones te sería muy provechoso que te representaras a menudo en la imaginación las afrentas que te pueden sobrevenir y te esforzaras en aceptarlas, aun a costa de la naturaleza recalcitrante, como prenda segura del amor que Dios te tiene y como medio seguro de santificación. Quizá para ello tendrás que sostener muchos combates; pero sé valiente y esforzado en la pelea hasta que te sientas firme y decidido a sufrirlo todo con alegría por amor de Jesucristo.
Leer más...La práctica de la humildad (X)
Posted by: Ioseph
Santo Domingo de Guzmán
Considera también los ejemplos que nos han dejado los santos de la antigua y nueva Alianza.
Isaías, aquel profeta tan virtuoso y observante, se creía impuro delante de Dios, y confesaba que toda su justicia, es decir, sus buenas obras, eran como un paño lleno de suciedad. Daniel, a quien el mismo Dios llamó santo, capaz de detener con su oración la cólera divina, hablaba a Dios como un pecador que está lleno de vergüenza y confusión.
La Presentación de la Santísima Virgen en el Templo
Posted by: Lotario de Segni
El objeto de esta fiesta no figura en la Sagrada Escritura, sino en los apócrifos, sobre todo en el llamado protoevangelio de Santiago.
Leer más...Santidad Argentina (I)
Posted by: Corim
INTRODUCCIÓN.
El hombre de hoy, alejado cada vez más de Dios y de Su Iglesia, vive sumergido en un mundo hostil al querer Divino, y que muy a menudo desafía las leyes de la Santa Voluntad del Creador, creando sus propias leyes, que en la mayoría de los casos llevan al hastío, al sin sentido, a la bestialización del ser humano.
De los peligros de las malas compañías
Posted by: Laudem Gloriae
Así como son muchos los frutos que hacen las buenas compañías y virtudes de los padres en la educación de los niños y jóvenes, también nos enseña Santa Teresa, por experiencia propia, el gran mal que hacen las malas compañías y los malos ejemplos que ven en los padres. Dice ‘espántame algunas veces el daño que hacen las malas compañías, y si no hubiera pasado por ello, no lo pudiera creer; en especial en tiempo de mocedad, debe ser mayor el mal que hace. Querría escarmentase en mí los padres para mirar mucho en esto.’
Leer más...De la importancia de las buenas compañías y ejemplos
Posted by: Laudem Gloriae
Santa Teresa nos dice en el libro de su Vida, la autobiografía que escribió por mandato de sus confesores, que tuvo padres ‘virtuosos y temerosos de Dios’, que su padre era ‘aficionado a leer buenos libros’ y también los tenía ‘para que leyesen sus hijos’. Su madre tenía gran cuidado ‘de hacernos rezar y ponernos en ser devotos de nuestra Señora y de algunos santos.’ Que le ayudaba no ver en sus padres ‘favor sino para la virtud. Tenían muchas. Era mi padre hombre de mucha caridad con los pobres y piedad con los enfermos y aún con los criados.’ ‘Era de gran verdad, jamás nadie le vio jurar ni murmurar.
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