Cómo prepararnos a la Sagrada Comunión (XVII)

Posted by: Nycticorax

Jesus 12 (13)

Tercero: Devoción actual (Continuación)
Acercarse: c) Con hambre y encendido deseo: (Continuación)
Otro medio es considerar lo que en él se contiene. Porque en él realmente está la misma carne de Cristo, la cual, por estar unida con el Verbo divino, participa las virtudes e influencia de Él, así como el hierro inflamado y unido con el fuego participa las mismas propiedades de él. Por lo cual dice San Juan Damasceno que aquel Verbo de Dios Eterno que da vida a todas las cosas, juntándose con la carne humana, la hizo dadora de vida. De donde se sigue que este sacramento tiene todas las virtudes y efectos de Cristo, pues en él se recibe la carne de Cristo, que, unida con el Verbo divino, participa de todas las virtudes de Él.

Pues por aquí puedes fácilmente conocer qué es lo que obra en ti este Señor cuando viene a ti. Porque viene a honrarte con su presencia, a ungirte con su gracia, a curarte con su misericordia, a lavarte con su sangre, a resucitarte con su muerte, a alumbrarte con su luz, a inflamarte con su amor, a regalarte con su infinita suavidad, a unirse y despojarse con tu alma y a hacerte participante de su espíritu de todo cuanto para ti ganó en la cruz con esa misma carne que te da.
Y así, ese divino sacramento perdona los pecados pasados, esfuerza contra los venideros, enflaquece las pasiones, disminuye las tentaciones, despierta la devoción, alumbra la fe, enciende la caridad, confirma la esperanza, fortalece nuestra flaqueza, repara nuestra virtud, alegra la conciencia, hace al hombre participante de los merecimientos de Cristo y le da prendas de la vida perdurable.

Éste es aquel pan que confirma el corazón del hombre, que sustenta a los caminantes, levanta a los caídos, esfuerza a los débiles, arma a los fuertes, alegra a los tristes, consuela a los atribulados, alumbra a los ignorantes, enciende los tibios, despierta los perezosos, cura los enfermos y es común socorro de todos los necesitados.
Pues si tales y tan maravillosos son los efectos de este sacramento y tal la bondad y amor del que nos lo da, ¿quién no será codicioso de tales riquezas? ¿Quién no tendrá hambre de tan excelente manjar?

Fuente: Fray Luis de Granada O.P., Obra Selecta