Hay que orar con confianza (II)

Posted by: Ioseph

Orar 01 (01)

¿Se oyó por ventura que alguna vez se haya perdido el que en Dios confió? Ninguno jamás esperó en el Señor y se quedó confundido. San Agustín pregunta: ¿Será Dios tan mezquino que se ofrezca a sacarnos con bien de los peligros si acudimos a El, y luego nos deje solos y abandonados cuando hemos acudido a El? Y responde: No, no es Dios un charlatán que se ofrece con palabras a sostenernos, y retira el hombro cuando queremos apoyarnos en El.

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La práctica de la humildad (XIII)

Posted by: Ioseph

San Alejo 01 (01)
San Alejo

Asimismo, acude a aquellos santos que más han destacado en esta virtud. A San Miguel, que fue el primer humilde, como Lucifer fue el primer soberbio; a San Juan Bautista, que, aunque llegó a tan alto grado de santidad, que le tomaron por el Mesías, tenía tan bajo concepto de sí mismo que se juzgaba indigno de desatar la correa de sus zapatos; a San Pablo, el Apóstol privilegiado, que fue arrebatado al tercer cielo, y que, después de haber escuchado los arcanos de la divinidad, se tenía por el último de los apóstoles, hasta el punto de no merecer ni siquiera ese nombre; a San Gregorio Papa, que, por escapar al Sumo Pontificado de la Iglesia, se esforzó más que los ambiciosos por conseguir los mayores honores; a San Agustín, que, en la cima de la gloria que recibía de todos como Santo Obispo y Doctor de la Iglesia católica, dejó en su libro admirable de las Confesiones y en el de las Retractaciones un monumento inmortal de su humildad; a San Alejo, que, en la casa paterna, prefirió los desprecios y los ultrajes de sus servidores a los honores y dignidades que fácilmente hubiera podido cosechar; a San Luis Gonzaga, que siendo señor de un rico marquesado renunció a él con alegría y cambió las grandezas del siglo por una vida humilde y mortificada; en fin, recurrirás a tantos y tantos santos que resplandecen con luz muy viva por su humildad en las festividades de la Iglesia. Todos estos humildes siervos de Dios intercederán en el cielo por ti, para que te cuentes en el número de los imitadores de su virtud.

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La verdadera amistad

Posted by: Lotario de Segni

Santos Domingo y Francisco 01 (01)
Santo Domingo y San Francisco

Santo Tomás de Aquino enseña que la amistad es un amor benévolo, que ama al amigo por sí mismo, y no un amor concupiscente que le ama en propio o ajeno beneficio, es decir, para utilidad o deleite propio o ajeno.
Pero no basta que el amor sea benévolo para constituir amistad. Es preciso, además, que sea mutuo, esto es, con reciprocidad. De ahí el dicho
“el amigo es amigo de su amigo”. Por benévolo o verdadero que sea un amor, no es amistoso si no es correspondido. ¡Cuántos corazones se consumen amando sin hallar eco en el corazón amado!

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Hijo, dame tu corazón

Posted by: Laudem Gloriae

Sagrado Corazón 07 (06)

León XIII en la Encíclica Annum Sacrum, afirma: “El Sagrado Corazón es el símbolo y la imagen de la caridad infinita de Jesucristo, caridad que nos incita a corresponderle”. Efectivamente, nada mejor que el amor es capaz de suscitar amor. “Amor con amor se paga”, han dicho siempre y repetido los santos. Santa Teresa de Jesús escribe: “Siempre que se piense en Cristo, nos acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes…: que amor saca amor. Y aunque sea muy a los principios y nosotros muy ruines, procuremos ir mirando esto siempre y despertándonos para amar…”.

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Honrar a Dios

Posted by: Lotario de Segni

Misa Tridentina 01 (01)

El deber fundamental del hombre es, sin duda ninguna, el de orientar hacia Dios su persona y su propia vida: «A Él, en efecto, debemos principalmente unirnos como indefectible principio, a quien igualmente ha de dirigirse siempre nuestra deliberación como a último fin, que por nuestra negligencia perdemos al pecar, y que hemos de reconquistar por la fe creyendo en El» (Sto. Tomás).

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Hay que orar con confianza (I)

Posted by: Ioseph

Monje rezando 03 (03)

Lo que más encarecidamente nos pide el apóstol Santiago, si queremos alcanzar con la oración las divinas gracias, es que recemos con la más firme confianza de que seremos oídos. Pide, dice, con confianza, sin dudar nada. Santo Tomás nos enseña que así como la oración tiene su mérito por la caridad, así tiene su maravillosa eficacia por la fe y la confianza. Lo mismo nos predica San Bernardo, el cual afirma solemnemente que la sola confianza nos obtiene las misericordias divinas.

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La práctica de la humildad (XII)

Posted by: Ioseph

Anunciación 03 (07)
O humilima Maria, fac me tibi similem!

Aunque en medio de los desprecios y de las contradicciones conserves la paz y la alegría, no creas por esto haber alcanzado la humildad, porque, a menudo, la soberbia no está sino adormecida, y basta con que se despierte para que comience a hacer estragos. Sean tus armas, de las que nunca debes separarte, el conocimiento de ti mismo, la huida de las alabanzas y el amor a las humillaciones. Cuando hayas adquirido esta rica heredad no temas perderla ya, porque el humillarse es el medio más seguro para conservar el don precioso de la humildad.

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El sábado dedicado a María Santísima

Posted by: Lotario de Segni

Virgen de los Dolores 06 (18)

Desde los más remotos tiempos de la Iglesia, el sábado ha sido, en la piedad de los fieles y en la liturgia católica, el “día de María”. Como el domingo está divinamente consagrado por la Resurrección del Señor, así el sábado ha sido dedicado especialmente a María: La Santa Iglesia dedicó para ese día un oficio especial y hasta concedió una misa propia, “De Beata Virgine in sabbato”.

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Fuente de todos los dones

Posted by: Laudem Gloriae

Santísima Trinidad 02 (04)

Desde el Adviento hasta el tiempo pascual, la Iglesia nos ha hecho considerar las manifestaciones sublimes de la misericordia de Dios con los hombres: la Encarnación, la Redención, Pentecostés. Al finalizar el tiempo de la Pascua endereza nuestra mirada a la fuente de tales dones, a la Santísima Trinidad, de quien todo proviene, de modo que aflora espontáneamente a los labios el himno de reconocimiento entonado en el Introito de la Misa: “Bendita sea la Trinidad santa y la indivisa Unidad: la ensalzaremos porque volcó sobre nosotros su misericordia”.

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