Los siete vicios capitales y sus remedios. VII La pereza.

Posted by: Lotario de Segni

Reloj 02 (02)
El tiempo es gloria

La pereza espiritual consiste en la melancolía que se apodera del alma ante la dificultad de la virtud.

Puede presentarse bajo dos formas:
1º uno se contrista hasta el extremo de preferir que no existiera la vida sobrenatural y se pudiese prescindir de la amistad con Dios. Es el caso de esos hombres que se instalan en la tierra como en un cielo definitivo. Este pecado es gravísimo, y no admite parvedad de materia por constituir una especie de apostasía de toda la religión. Su curación es muy difícil a causa del endurecimiento que produce en las almas.
2º uno se lamenta de lo trabajosa que es la vida cristiana, y descuida los intereses sobrenaturales a causa de las dificultades que ofrecen. El pecado en este caso es más peligroso que grave.

La pereza espiritual puede encontrarse indistintamente en todos los temperamentos, ora provocada de un modo indirecto por una desmedida afición a los bienes creados -en cuyo caso es un efecto del orgullo, de la avaricia, de la lujuria o de la gula-, ora como un efecto directo, siendo éste el caso de los linfáticos, siempre amantes de la tranquilidad, y de los sanguíneos, aficionados a las comodidades y placeres. Este vicio es el que los antiguos monjes llamaban
“el demonio de mediodía”.

Remedios:
1) compárense las penalidades de esta vida con la gloria eterna o con los suplicios eternos y se verá que son nada en su comparación.
2) considérese cuántos son los buenos que hacen el mal por bienes perecederos y cuán pocos hacen el bien por los bienes eternos.
3) considérese lo que hizo nuestro Salvado a favor nuestro.
4) estas consideraciones nos deben llevar a tener una idea de la repugnancia que estas almas dan a Dios.
5) no pretendamos hacer mucho de una sola vez sino ir de a poco.

Fuente: R.P. Víctor Lithard C.S.Sp., Curso de teología pastoral, Editorial Litúrgica Española, 1933